14 septiembre 2006

SU CÁRCEL

Lola y yo llevábamos ya un tiempo sabiendo lo que sentíamos la una por la otra. Procurábamos no llamar la atención yendo a lugares donde no pudieramos encontrarnos con algún conocido. Como ya dije el otro día la "Ley de Vagos y Maleantes" estaba en plena aplicación y cualquier denuncia podía hacer que nos viéramos en problemas.

Una tarde que volvíamos de comer Lola paró el coche. Tenía un seiscientos que había comprado hacía ya algunos años y que se pasaba más tiempo en el taller que en la calle. Ahora estaba recién arreglado y aunque no era muy de fíar nos habíamos arriesgado a salir fuera de la ciudad. Durante toda la comida Lola estuvo más seria que de costumbre sobre todo teniendo en cuenta lo ocurrente que solía ser; le pregunté varias veces qué le pasaba recibiendo una sonrisa como respuesta y un "luego". Ya volvíamos a Castellón cuando salió ligeramente de la carretera y paró.

Dijo que había algo que quería contarme, que lo había pensado mucho y estaba segura que lo que ambas sentíamos no era un juego. Le contesté algo airada: "claro que no!!!". Me dió un beso y pidió que la escuchara sin interrumpirla. Nunca la había visto así. Su mirada baja, el rostro serio y la voz apenas perceptible. Me acomodé ligeramente en el asiento del coche mientras pensaba preocupada qué podía querer decirme.

Había estado en la cárcel. Hacía unos años se había enamorado de una mujer y un día alguien las vió besándose. Nunca supieron quién pero la denuncia fue inmediata y con ella la presencia en sus casas de "la secreta". La "secreta" era la policía, siempre vestidos de paisano, que generalmente investigaba los delitos que eran considerados de cierta peligrosidad o envergadura por el régimen franquista. Solían ir de dos en dos aunque en ocasiones se incrementaba su número dependiendo de la situación. Por aquel entonces y salvo los obreros de fábricas y los campesinos, el resto de los trabajadores sobre todo concercientes a comercios y oficinas iban trajeados por lo que dificilmente podían ser distinguidos. Naturalmente eran siempre hombres ya que la mujer quedaba relegada en los respectivos departamentos a funciones administrativas únicamente.

Se la llevaron detenida, pasó la noche en comisaría. Fue declarada culpable, aplicándosele la ya mencionada "Ley de Vagos y Maleantes". A los "maricones" se les ingresaba en prisión, en departamentos aparte del resto de los reclusos o eso al menos constaba en dicha ley. A las "tortilleras" la condena, hecha sin el menor rigor ni control judicial, hacía constar el delito de prostitución ya que ni siquiera entonces se reconocía el lesbianismo. Hay que recordar que la mujer era "el templo" de su hogar, y por lo tanto incapaz en nada que tuviera que ver con desviaciones de conducta como era entonces la homosexualidad. Por lo tanto el único pecado que el Estado reconocía en la mujer era el de ser puta, y como tal se englobaba a las lesbianas. La pena de prisión por lo tanto no era en departamento distinto al resto de las reclusas. En el mismo momento de la entrada en la cárcel, las presas conocían perfectamente quién entraba allí como prostituta y quién como "tortillera".

Lo que me contó Lola nos hizo llorar a las dos. Yo no tenía ni idea de que todo aquello hubiera podido pasar. Sé lo que había padecido yo en nombre de la religión, pero nunca me había planteado siquiera que fuera, en el otro lado de aquellas rejas de "todo por Dios" también hubiera tanto dolor sin más pecado que el del amor. Sólo diré y por respeto a que si alguien lee ésto pueda sentirse herido, que las propias reclusas podían (de hecho lo hicieron) quemar el vello del pubis con una cerilla mientras su víctima era sujetada, o introducirle cualquier palo para que "por fin supiera" lo que era tener a un hombre dentro, o pellizcar hasta hacer sangrar los pezones de los pechos, o introducir agujas de coser en esos mismos pezones...

Y mientras todo eso ocurría el resto de esas mujeres reían a carcajadas y gritaban en plena histeria. Algunas de las carceleras participaban en esas salvajadas.

6 comentarios:

  1. Es un historia terrible, cómo los seres humanos podemos ser tan crueles.

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  2. me alegro de no haber estado en esa epoca

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  3. Hola, acabo de aterrizar en tu blog gracias a ciertos "premios bollosfericos" que hay por ahi y en los cuales tu blog está nominado... y después de leerlo entiendo por qué. Soy una mujer madura de esas, pero por referencias de otras lesbianas mayores (no tanto como tu) ya había oido hablar de esas terribles historias. Me ha encantado tu valentía para contar las cosas, me recuerdas a una prima mía que vivió toda su vida a escondidas (ahora tendría más o menos tu edad), vivió con una "amiga" mucho tiempo hasta que su querida familia lo envió todo a hacer puñetas. Siempre me dio mucha lástima que no pudiera vivir en libertad, y sobre todo, que se fuera antes de que yo descubriera que soy como ella (una que es un poco tardía jeje), me hubiera gustado hablar con ella de otra forma.
    Corto que me enrollo, me pasaré más por aquí, no dejes de buscar que seguro que encuentras a alguien especial... nunca es tarde y tú aun tienes mucho por vivir.
    Un besito muy grande.

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  4. Hoy he descubierto tu blog, gracias a clubfans, a la que leo todos los días. Me he quedado sin palabras, y aunque en uno de tus textos dices que no quieres dar pena ni nada por el estilo, he de reconocer que a mi me has hecho llorar. Lo he leído todo de un tirón. Al mediodía he hablado con mi chica y le he dicho que por favor, que lea tu blog en cuanto antes. Eres un gran ejemplo a seguir en cuanto a valentía, a bondad, a todo. Ya verás como encontrarás de nuevo el amor. Yo he trabajado en una residencia de ancianos (y con esto no te quiero decir que seas mayor) y he visto gente de cerca de 90 años enamorarse como adolescentes. ¿Porqué no se puede hacer el milagro del amor nuevamente contigo? Te deseo y espero que algún día lea en este blog tan especial que te has levantado, te has mirado al espejo, te has visto guapísima y que no has parado en pensar en una mujer que has conocido. Te mereces todo el amor y felicidad del mundo. Gracias por estar ahí. María.

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  5. Gracias: Marea, Judith, Su y María por vuestros mensajes. Sois muy amables.

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  6. Las palabras son crudas, pero la verdad lo es más, he leido poco de tu blog, pero me ha gustado, lo seguiré!!

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