17 septiembre 2006

MI LIBERTAD

A quien corresponda:

No miento porque no tengo por qué hacerlo. En el segundo blog de quien al parecer ha hecho cruzada de acoso y derribo contra mí, no se pueden hacer comentarios anónimos y eso lo ví ayer, así que si no lo han rectificado ya, sólo se podía responder estando registrados. Y repito que no tengo por qué mentir, ni ahora ni nunca. Por mi parte queda ese y todos los demás asuntos cerrados porque mi intención no es entrar en controversias con nadie y menos con quien sí falsea, miente, tergiversa y trata de ensuciar simplemente por diversión o placer. Allá cada cual con su conciencia... si es que la tienen.

Pero sí voy a aclarar algunas cosas que producen la ignorancia de quien se cree en posesión de la verdad. Para hablar de algo hay que conocer, y no me refiero a conocer de referencias o porque se ha leído. Hay un conocimiento que no aparecerá posiblemente nunca en ninguna parte y es el de lo vivido. Por mucho que alguien te cuente cómo fue la guerra civil, por mucho que se lea, nunca nadie podrá describir lo que sintieron los que la vivieron y padecieron. Por eso mismo no he hablado ni hablaré de aquel tiempo porque nací el año que esa contienda estalló y lo que pueda contar es oído, nunca vivido. Pero de lo que viví sí puedo hablar y nadie, absolutamente nadie por mucho que haya escuchado, leído e incluso estudiado, podrá rebatir ni una sola de mis palabras, porque lo viví en primera persona.

Soy una mujer de 70 años, muy mayor posiblemente, pero que ha intentado siempre, dentro de su propio orden, no perder el tren y quedarse anclada en el pasado. Por eso mismo el tacharme de falsa simplemente porque utilizo algunos modismos o formas de expresión que no son propias de mi edad entre otras cosas en una tontería y una muestra de la total ignorancia de muchos elementos. Una persona con poco que lea y que trate de mantenerse un poco al día no se queda anclada en cuando tenía veinte años, si no que se adapta en ciertos aspectos al tiempo que le está tocando vivir. El cumplir años no es sinónimo de un buen día morirse en una edad concreta. No se me escuchará hablar ni escribir como los jóvenes de hoy día porque ni es apropiado ni muchas veces me gusta, pero sí hay términos que hace muchos años se utilizan y quedan en una misma un poco por costumbre.

No voy a justificar nada, porque nada tengo que justificar y menos en este blog. Hago lo que quiero porque me he ganado el derecho a ello, y nadie, ni siquiera personas que considero tienen un problema grave y deberían recurrir a alguien especializado puesto que puede quedárseles crónico, van a decirme qué puedo o no puedo decir o hacer.

Pero sí, y lo repito, voy a aclarar algunas cosas que se me han achacado, repito que haciendo gala de una ignorancia que raya en la ridiculez de hablar por referencias y no con conocimiento de la época.

En los años que menciono el "ir a tomar algo" no era sinónimo de irse de discoteca o a lugares nocturnos, sencillamente porque las discotecas no existían y los lugares nocturnos a los que se podía ir (siempre acompañada de tu marido, nunca de tu novio) eran los llamados "cabarets" o también lugares de "mujeres de la vida". Creo que no hace falta más explicación. Jamás se nos hubiera ocurrido a ninguna mujer "decente" "irnos de copas", pero sí se salía y más cuando estabas cerca de la treintena y no tenías que dar cuentas a nadie más que a tí misma.

Lo de tener problemas físicos con el hígado y tomar café... lo de "ir a tomar café" es una expresión que lleva mucho tiempo (años) utilizándose de forma coloquial y no quiere decir precisamente "ir a tomar café". En aquellos años había mucho desconocimiento respecto a cosas que hoy día se consideran normales: no se sabía, por ejemplo, que el chocolate aparte de ser un excitante producía dolor de cabeza; ni que un niño pudiera tener intolerancia a la leche (la devolvía?, pues se le seguía dando porque un crío tenía que tomar leche); se decía que la sardina por ser pescado azul era mala para la salud, cuando hoy se conoce que dicho pescado es bueno; y tomar café teniendo mal el hígado, se tomaba manzanilla o incluso té (que también hoy es ya malo) hasta que pasaba la crisis, y después se volvía al café... tan difícil es comprender que no se sabía?. Podría seguir pero creo que es suficiente con lo que acabo de exponer. Ahora hay medios para conocer las cosas; entonces únicamente teníamos la radio y demasiadas preocupaciones para subsistir. La información de que ahora se dispone no existía, y mucho menos la facilidad. Al parecer a algunas se les olvida (o quizás no y simplemente lo ocultan) que por aquellos años los hermanos heredaban la ropa incluso de sus padres, que a los zapatos se les ponía una media suela encima de otra y de otra para que duraran, y que la mujer que se ponía pantalones o era una "marimacho" o algo peor.

Por aquellos tiempos dos mujeres que quisieran vivir juntas tenían que dejar su trabajo y la ciudad donde vivían y trasladarse a otra donde nadie las pudiera reconocer, pasando por hermanas o primas.

Viví muchas injusticias, muchos miedos y ya va siendo hora de que los hijos o nietos de aquellos que se creyeron con potestad para juzgar y decir "ésto sí, ésto no" dejen de querer controlar. Que cada cual viva su vida y deje al resto en paz, que tan facista es quien hace cruzadas en nombre de Dios como quien las hace en nombre del lesbianismo, de la raza pura o de "yo soy la única verdad existente".

Me da pena que personas que se han criado en libertad, con derechos, con la opción de poder elegir, quieran anular el de los demás simplemente porque no conocen el respeto y la tolerancia.

4 comentarios:

  1. plas plas plas!!! realmente tienes más razón que un santo, que se dice por ahi. Yo te creo, porque como ya te he dicho en otro comentario, alguien cercano a mí, aunque más joven que tú, me ha explicado cosas parecidas a las que cuentas, y no sólo por eso, sino porque en la actualidad aún hay mucha intolerancia hacia lo diferente (o sea nosotras las lesbianas). No te rindas, siga contando tu vida, que somos más las que te entendemos y aprendemos de lo que cuentas que las que, en cualquier ámbito de su vida, se dedican a machacar al prójimo. Y como no hay más desprecio que no hacer aprecio, pasa de esa gente porfa!!
    Ah, y tu lenguaje es, sencillamente, exquisito...
    Un beso

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  2. Gracias Su por tu gentileza y amabilidad.

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  3. pues yo solo una vez vi el otro blog pero no lo segui leyendo porqe es una perdida d tiempo,
    yo te apoyo jeje :)

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  4. Mi querida señora,

    Lo que usted escribe me parece muy interesante.

    No le de tanta importancia a las críticas y siga con su trabajo de iluminar con su experiencia el conocimiento de la historia de este país.

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